Verás que muchas veces la diástasis abdominal se define como una separación de la musculatura más superficial del abdomen. Se dice que los rectos abdominales, que son los músculos más superficiales del abdomen y forman la famosa tableta de chocolate o sixpack, están separados.
Pues esto es verdad a medias. Y a mi no me acaba de gustar esta explicación porque te puede llevar a pensar que estos músculos están juntos.
Y no es así. Los 2 rectos abdominales nunca están uno pegado al otro. Los rectos abdominales se unen el uno al otro mediante la línea alba.
Para explicarte esto, déjame que te de unas pinceladas de anatomía de nuestra faja abdominal.
En la parte delantera de nuestro abdomen y de manera muy superficial tenemos una banda ancha de tejido conectivo llamada línea alba.
La línea alba va desde nuestro pubis hasta nuestro esternón y en ella se insertan los famosos rectos.
La línea alba está formada por muchas fibras entretejidas entre ellas en diferentes ángulos. Es como una maya. Estas fibras tienen cierta elasticidad, lo que permite a la línea alba adaptarse a movimientos, mantener la musculatura abdominal a cierta distancia, distribuir fuerzas y contribuir a la estabilidad del core.
La línea alba se suaviza durante el embarazo para permitir el distanciamiento de los rectos abdominales y la expansión del vientre.
Como puedes ver en el súper dibujo que acompaña este post, los músculos nunca están el uno pegado al otro.
La diástasis abdominal es una distensión de este tejido, de la línea alba, en respuesta a una presión excesiva dentro de nuestro abdomen (como por ejemplo el embarazo).
Dicho esto, también es importante saber, que la línea alba consiste solamente de tejido conectivo y por eso no contiene nervios, ni vasos sanguíneos. Por ello, su recuperación es mas lenta.
Imagínate, que te haces un corte en la piel o te lesionas un músculo, rápidamente llegan los nutrientes necesarios para curar esa herida. Sin embargo, cuando se trata de tejido conectivo este no es el caso, ya que no contiene nervios, ni vasos sanguíneos.
Por eso, hay que tener mucha paciencia y disciplina para recuperarse de una diástasis abdominal.
Me imagino que lo de la paciencia ya lo sabías, y no es lo que querías oír.
Seguramente te gustaría que te dijera que hay una píldora mágica para curar la diástasis abdominal. ¡Lo siento! Lo bueno, es que en la inmensa mayoría de los casos SI tiene solución.
Y el esfuerzo, no solo se ve, sino que mas importante, se siente, ya que principalmente la diástasis abdominal es un problema de salud.
Repito, la diástasis abdominal no es un problema estético, sobre todo es un problema de salud.
La debilidad en la línea alba, hace que toda la musculatura a su alrededor no pueda trabajar óptimamente, haciendo que otras estructuras se vean afectadas o que otros músculos tengan que compensar esta debilidad.
Los daños colaterales más típicos que acompañan a una diástasis abdominal son:
¡TELA!
Que no cunda el pánico…
Con paciencia, disciplina y un programa de rehabilitación específico, tú puedes recuperarte.
En GOPO body encontrarás preguntas a tus respuestas.
Un abrazo, Evelyne.
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